sábado, 12 de noviembre de 2011

Y si no te gusta, bajo a la cola del INEM y busco a otro

Érase un trabajo. Creado en sustitución de muchos otros, desarrollado por personas que “costaban demasiado”.

Éstos trabajaban para una empresa de reconocido nombre y aunque ésta no tenía pérdidas, su estrategia estaba basada en el máximo rendimiento; aunque eso significase prescindir de aquellos que la habían hecho GRANDE.

La empresa no se quería arriesgar, por lo que buscó gente que, dada la situación abundaba, por el sueldo mínimo trabajara y rindiera lo mismo que media docena de sus anteriores trabajadores.

Aún así le pareció poco y pensó que poniéndoles bajo un contrato enmascarado, sus beneficios se triplicarían.

Qué mas daba unos cuantos profesionales “exprimidos”… por lo menos tienen trabajo.

Pero las cosas se ponían cada vez peor. Qué hacer?

Ya no se podía reducir más el coste en personal.

Lo único que se podía hacer era “trapichear” para “rascar” más.

“Qué más da que se queje, si bajo a la cola del paro y lo sustituyo por otro. Total, hay tanta gente en paro que seguro que encuentro a algún desesperado que por una miseria, me arregla el mes.”

Esto podría ser un cuento. Pero es la realidad.

Cierto es que se podría denunciar, pero quien tiene los güebos de denunciarlo?

.

Yo al menos no.

No hay comentarios:

Publicar un comentario